Un año más, el Museu Bíblic Tarraconense cuenta con su pesebre, que en esta ocasión ofrece una recreación de cómo podía ser Belén en la época de Jesús. Así, este belén tiene una inspiración profundamente bíblica. En las Sagradas Escrituras, los profetas anunciaban la llegada del Mesías a Belén, la Casa del Pan. Así fue y así lo recogieron los evangelistas Lucas y Mateo.
José y María, que estaba embarazada, llegaron a Belén para empadronarse de acuerdo a las prescripciones de las autoridades romanas. Allí fue donde María dio a luz a Jesús y, fajado con pañales, lo puso en un pesebre. Se infiere que José encontró acogida en la casa de algunos parientes, pero al estar llena la parte superior de la vivienda, se ubicaron en la planta inferior, una establo excavado en la roca que encontramos representada en el pesebre del Museu Bíblic.
Esta casa-cueva, de la que ya hablaba san Justino hacia el año 150 y también el Protoevangelio de Jaime, aparece en el pesebre enmarcada en una reconstrucción idealizada del pueblo de Belén, con la sinagoga, las murallas construidas por Roboam, hijo de Salomón, que, mil años después de su construcción, se conservaban bastante deterioradas y, a las afueras, el Herodion del rey Herodes el Grande. En el pesebre tampoco faltan los sabios de Oriente, vestidos con la característica gorra frígia.
Paralelamente, la muestra se complementa con otras dos representaciones. Por un lado, se ha confeccionado una maqueta que representa el bosque sagrado dedicado a Adonis que el emperador Adrián edificó sobre la cueva en la que nació Jesús. Y, en segundo lugar, con la eliminación de este bosque sagrado que debió producirse en el año 333, el emperador Constantino hizo construir una basílica cristiana encabezada por un octógono que enmarcaba la gruta, para permitir a los fieles ver la sagrada cueva desde una barandilla.
Esta primera basílica cristiana de Constantino es la que también se ha recreado en la tercera maqueta que complementa a la muestra. La basílica, destruida en el siglo VI durante la guerra de los samaritanos contra el imperio bizantino, fue sustituida por otra edificada por el emperador Justiniano en 531 que, con construcciones anexas y algunas reformas, es la que ha llegado a nuestros días.
Inauguración del pesebre
Este belén monumental fue inaugurado el martes día 25 de noviembre en un acto que presidió el Sr. Arzobispo y que contó con una conferencia explicativa sobre la reconstrucción realizada que corrió a cargo del delegado diocesano para la cultura, Andreu Muñoz.
Durante el acto de inauguración, se dio las gracias a las personas encargadas de realizar el pesebre: el pesebrista Joaquim Nolla, el encargado de las figuras, Andreu Ximenis; el encargado de la pintura, Jordi Lluís Rovira, y los montadores, Josep Maria Brull, Adolf Quetcuti, Josefina Folch, Paco Roca, Rosa Ferrer y Jordi Folch.
El pesebre se podrá visitar hasta el día 2 de febrero en el Museu Bíblic Tarraconense, de lunes a viernes de 9.00 a 13.00 h y de 15.00 a 18.00 h y los sábados de 9.00 a 14.00 h, exceptuando los días festivos. El precio de la entrada será de 2 euros.
Durante todos los días en los que se podrá visitar el pesebre, el Secretariado diocesano de animación bíblica tendrá una parada con productos artesanales de Tierra Santa. De este modo, se podrá colaborar con los cristianos que viven en la tierra en la que nació Jesús y que tanto sufren por los conflictos del territorio.
